Con un flojo rendimiento individual y colectivo, el subcampeón de 2014 no pudo repetir las buenas actuaciones que la habían llevado a la final cuatro años antes, y finalizó en el fondo de la tabla en el puesto 16º, su peor resultado en un Mundial desde 2002 (donde había quedado afuera en fase de grupos). Sin embargo, los intentos brasileños siempre chocaban contra algún defensor belga o contra el propio Thibaut Courtois, equipacion de inglaterra por lo cual no hubo forma: Bélgica pasó a las semifinales de la Copa Mundial por segunda vez en su historia.