Wallapop no tiene la obligación de actuar ni en los casos más flagrantes a no ser que sea consciente de lo que ocurre, pero es que además en el asunto de las copias chocamos con la fina línea entre réplica y falsificación. Es decir que no se permiten ni las réplicas ni las falsificaciones no autorizadas por la marca original. Si embargo, si uno busca por la ‘app’ es fácil encontrar cientos de productos que incluso dicen claramente que son réplicas y que se venden sin mayor problema, por no hablar de los que no especifican su origen pero cuyo precio dista mucho del original o de los que ni siquiera muestran su origen en el precio.