El pub estaba a rebosar de la cantidad de gente que había, y cuando marcó Sergio Ramos el gol al final del partido nos abrazamos los unos a los otros todos los madridistas del bar, sin conocernos, sin ni siquiera saber que estábamos el uno al lado del otro. A este pub suelo ir a ver partidos durante las grandes ocasiones, y mi mejor experiencia viendo un partido aquí fue durante el partido entre Real Madrid y Atlético de Madrid durante la final de Champions de 2014 en Lisboa.