Por ejemplo, la prensa de Costa de Marfil llegó a decir que era una falta de respeto al resto de equipos y a los aficionados, equipacion españa 2022 mientras que para otros fue un auténtico éxito. Ignoro si Brasil compraba árbitros o no, tampoco sé si a Havelange se le probaron esos tejemanejes o no, pero es verdad que históricamente los brasileños no se pueden quejar de malos arbitrajes, ya sea porque durante muchos años el presidente de la FIFA era brasileño y convenía no desairarle o por la admiración que despertaba el juego de la canarinha.