A pesar de los 34 años seguro que hubiera dado muy buen rendimiento, teniendo en que cuenta que en 2005 el equipo estaba de capa caída, en plena crisis post-Galácticos, fichando a Diogos y Gravesens y con inolvidables entrenadores como Luxemburgo o López Caro. Por lo demás y dureza aparte, todo un pedazo de centrocampista, un Simeone capaz de arrastrar por sí solo a todo el equipo desde el centro del campo, y además con talento para distribuir juego y sacar la pelota.