Se debe a una especie de chip, de circuito cerebral, que hemos evolucionado desde el Paleolítico para reforzar el vínculo entre madre e hijo. No tenía ni idea de que se hacía algo así. Según el profesor Young, de la universidad de Emory (EEUU), nuestra atracción por los pechos grandes tiene una explicación antropológica. El desglose es: 140 euros por la camiseta, 10 por el parche de LaLiga y otros 20 por la imprimación del dorsal y el nombre del jugador.