Sin embargo, los franceses no se deshicieron y reaccionaron a tiempo el día en que Olivier Giroud se convirtió en el máximo goleador de Francia, igualado con Thierry Henry gracias a sus 51 goles. Propone la imagen de un equipo que sería la prueba de una integración exitosa en la sociedad francesa de todas las generaciones de inmigrantes presentes en el territorio nacional.