O un vestido de encaje y plumas en color negro que le vi a una chica gotica en una fiesta electro gothic en manchester city tienda Barcelona. Mi segundo vestido gothic largo de terciopelo fue de ellos. Lo hizo por ocho euros de la época y abrió una ventana a lo que hasta entonces consistía en comprar una camiseta con los colores de tu equipo y decirle a tu abuela que te cosiese un escudo a mano.